miércoles, 11 de junio de 2014

Del discurso a la práctica en el tema de valores

Quiero compartir el comentario de Diana Martínez sobre la entrada "Inteligentemente Malcriados" y mi respuesta.

"Hoy Camilo, casualmente me preguntó del tema, Como hacer para que mi sobrino (de 6 ños) sea una mejor persona y deje de ser tan irrespetuoso? yo le lei el artículo...y aun que dice que es lo importante, creo que llegar al COMO es lo difícil...entonces reflexionando del tema concluí los siguiente y espero me puedan corregir, si en algo creen que estoy equivocada.... creo que los colegios, aunque unos orientados a formar valores y principios, no son el principal influyente, al final la preocupación final del colegio es enseñar y que los niños cada año pasen el año escolar.. los profesores ayudan y pueden tener gran influencia pero no se puede depender de ellos para que lo eduquen para ser un buen ser humano...creo que influyen los padres, el entorno que los rodea, las necesidades y la religión .....en algún artículo hablabas del tiempo que los padres le dedicaban al niño...bueno.. yo creo que estar 100% con el niño no es indispensable, pero si se debe estar los suficiente con ellos para ver comportamientos y corregir, por que los únicos que tienen el derecho de corregirlo como se debe son los padres y son la figura de autoridad de los niños...no?....el entorno.. un niño que siempre anda en carro, con amigos que lo tienen todo y en teoría no percibe el sufrimiento, no creo que valore muchas las cosas...y bueno, puede ser que existan esos casos.. creo que ninguno de los padres quiere que los niños sufran, pero creo que a los niño hay que llevarlos a mostrarles la realidad que se vive la cual no es perfecta, mostrarles el entorno, llevarlos a fundaciones, al campo...etc...las necesidades...tener necesidades en casa, es bueno, yo personalmente presencie muchas necesidades en mi casa cuando era pequeña y creo que me formó mucho...por que vi un ejemplo de lucha y perseverancia en mi casa, tuvimos épocas muy duras...lo que me mostró y me enseñó a no frustrarme por las circunstancias y tener paciencia, pensar en los demás, ahorrar, de pequeña mi mamá me pagaba por ayudarle a ella y creo que trabaje mucho, pero me compré mis primeros patines en quinto con mi trabajo y es una de las satisfacciones más grandes de mi vida..fue luchada la cosa.. etc.. hay que disfrutarse lo que tenemos en cada momento.. y la religión, desde el punto de vista de creer en Dios, de no sentirse solo, de tener fe y esperanza a pesar de cualquier circunstancia y adversidad y error cometido....La mayoría de suicidios se dan en países donde la religión es mínima, como por ejemplo Uruguay..creo que las personas no tienen la misma fe y esperanza que tenemos los colombianos, y creo que en parte es por que Colombia tiene una historia y tradición católica fuerte (eso hay que agradecerlo), bueno y no tiene que ser catolicismo, puede ser otra religión, pero ese creer ya sea en Dios, en el universo, en la naturaleza, en el Buda...es lo que enseñara a tener esperanza y a seguir valores y principios para ser una buena persona.. desafortunadamente hoy en día los colegios no se preocupan por eso...como dices, se preocupan más por desarrollar genios y dejarlos expresar libremente si ninguna guía, con el riesgo de que cualquier adversidad los derrumbe........."

Repuesta de Maternidad sin photoshop

Voy a responder puntualmente a los comentarios.
 
1. Los colegios desarrollan muchas estrategias para trabajar el tema de valores, pero muchas veces no encuentran eco en las familias. Cuando el colegio sanciona a un estudiante con justa causa algunas veces la reacción de los papás es justificar el error de su hijo y poner una tutela. Sería ideal el trabajo conjunto de padres y colegios, pero eso en muchas ocasiones no pasa. Lo primero que debemos hacer como papas, es que ante una oferta gigante de colegios, preguntemos cómo se preocupan por formar a sus estudiantes de manera integral y eso se concreta cuando vemos qué tipo de trabajo hace el colegio con cada estudiante, con cada curso, como institución y también hacia afuera, si dedica tiempo al trabajo con fundaciones. Como parte del plan de vacaciones podemos buscar esas fundaciones para enseñarles a nuestros hijos a dar, no sólo en lo material, porque los niños no tienen consciencia del dinero sino dándonos nosotros mismos. 
En el colegio de mi hijo mayor hace unas semanas los niños de pre escolar tenían que llevar lonchera para compartir con los niños de una fundación, y los alumnos de décimo y once recolectaron zapatos para otros niños y ellos mismos tuvieron que ponerles los zapatos que habían conseguido en un acto increible de entrega.   

2. Si no estamos todo el tiempo con nuestros hijos sí existen momentos claves donde es más fácil esa formación en valores, por ejemplo, durante las comidas. Soy enemiga de que los niños coman frente a un televisor o coman solos. Durante una comida los podemos orientar un muchos temas como por ejemplo que no se debe desperdiciar porque hay mucha gente que no tiene qué comer ni una familia con la que se  pueda compartir. Además los niños pueden poner la mesa y recoger los platos porque es importante que sientan que todos tenemos que hacer algo para podernos sentar en la mesa y no esperar a que alguien nos atienda. 
Cuando los niños juegan sin que nosotros estemos incluidos sino como observadores nos damos cuenta de la forma en la que reaccionan y dice mucho de ellos. Mi hijo mayor siempre quiere ganar y puede empujar al de la mitad para lograr su objetivo, sin escandalizarnos por esa situación trabajamos con él para que aprenda a ser solidario y muchas veces hacemos que él sea el que pierda. 

3. Un psiquiatra infantil en un taller dijo que la educación ideal es que la frustra constantemente a los niños. El auditorio quedó en silencio, pero es la verdad. Si les damos todo a nuestros hijos y no dejamos que sufran ninguna incomodidad y nosotros resolvemos sus problemas, serán unos adolescentes incapaces de asumir la vida y sus dificultades. Hace unos años me enteré que existía una máquina para calentar los pañitos húmedos para que los bebés no sintieran frío. Me pareció lo más escandaloso del mundo, un niño se debe ir acostumbrando al mundo real, y nuestro mundo nos guste o no, es frio y a veces demasiado caliente y es ahí donde vivimos no en una burbuja de cristal. Cuando uno tiene varios hijos es más fácil el tema de la frustración porque los hermanos se encargan de ponerle límites al otro todo el tiempo. Desde que nace el segundo hijo, el mayor tiene que compartir lo que más cuesta trabajo: el amor de los papás. Cuando es sólo un hijo los papás tienen que hacer un esfuerzo mayor. 
Cuando los niños son chiquitos y creen en papá Noel, el niño Dios o los Reyes Magos es ideal que esos personajes sólo les traigan un regalo y nosotros como papás deberíamos hacer lo mismo, y no inundar la casa de juguetes. 
En este momento un porcentaje de niños   vive en un nivel de comodidad altísimo por eso algo que tratamos es que nuestros hijos se incomoden un poco y monten en flota, tengan que caminar hasta la estación de transmilenio y ayuden a cargar y ordenar el mercado. Desde muy chiquitos los niños deben asumir responsabilidades para evitar que los papås terminemos convertidos en esclavos de la mala crianza de los niños, dedicados a satisfacer sus caprichos.

4. No quisiera hablar del tema religioso porque no podría asegurar que sólo la religión permita esa formación o vivencia de valores. Lo que sí puedo decir es que debemos trabajar con nuestros hijos desde una ética universal que incluya cualquier religión o creencia, incluso esa ética que convive con una familia donde los papás son ateos. Nosotros con nuestros hijos insistimos en el tema ético desde el respeto y la consciencia del otro. Para concretar, en este momento nuestros hijos dejan la bicicleta y el triciclo en el corredor del conjunto, nos toca devolverlos para que la dejen bien puesta y así la gente pueda pasar, porque gracias a que nosotros podemos pensar en los demás esos otros pueden estar tranquilos y felices.

5. La única forma posible de educar es con el ejemplo. Si un niño en su casa oye que sus papás y abuelos tratan mal a las personas que los ayudan van a seguir ese ejemplo, si un niño oye a sus papás gritando por el teléfono e insultando a las personas que atienden en los call center, van a seguir ese ejemplo pero lo trasladan a todos sus entornos, porque entienden que el respeto no es algo importante sino que puedes insultar a cualquiera que pase por el lado. En nuestra vida cotidiana vivimos insultando a los políticos, a los que piensan distinto, al que dejó mal parqueado el carro y después pretendemos que nuestros hijos no lo hagan. Es probable y normal que tengan épocas de rebeldía y no sean tan cordiales como quisiéramos, pero si nos esforzamos por respetar nosotros todo y a todos los que nos rodea ellos van a entender que esa es la única forma de actuar. Para que ellos saluden al sr. de la ruta nosotros primero debemos saludarlo e insistir en el gran valor que tienen todas esas personas que ayudan a que nuestra vida sea más fácil.

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